viernes, 6 de noviembre de 2009

CAUSAS


El clima es relativamente estable comparado con la temperatura la cual puede variar de un día a otro y hasta en el transcurso de las horas. Sin embargo a través de los siglos han surgido ciertos cambios climáticos los cuales en algunas ocasiones son resultado de causas naturales pero las otras representadas en su mayoría provocadas por el hombre.

En el transcurso de la historia del hombre los cambios climáticos menos severos han contribuido al desarrollo o decadencia de civilizaciones, probablemente los mas importantes de climas secos y áridos y calidos a húmedos o viceversa afectando el equilibrio y vida en el mundo; ahora presentándose un mayor problema al verse afectado la capa de ozono cuyo origen es de 1982 aproximadamente el cual es un efecto; aun de mayores dimensiones y cuya presencia esta trayendo consigo una gran cantidad de catástrofes y consecuencias que han cambiado el equilibrio del ecosistema hasta el punto de variaciones en el clima que no solo han producido cambios en climas permanentes o propios de una región sino de a traído enfermedades y otros problemas que afectan a todos los seres tanto terrestres como acuáticos.

Las más importantes modificaciones en el clima han sido a causa de diferentes agentes contaminantes que aunque algunos forman parte atmósfera la actividad humana su multiplicación la cual no puede ser eliminada biológicamente completa al estar saturada de estos agentes; entre los que se encuentran los derivados del carbono, azufre, nitrógeno, fósforo, hidrocarburos, plaguicidas, la radiación nuclear, y el cloro así como las metales pesados como el mercurio y el plomo.

Otro causantes se este problema son la deforestación o tala de áreas cubiertas de bosques cuyo fin es solo la construcción ciudades o carreteras dando como resultado una variante, tanto en la cantidad de absorción y el reflejo de la luz como en la cantidad de absorción y evaporación de aguas en extensas regiones. Algunos de las consecuencias es el aumento de un grado centígrado en la temperatura promedio.

El aumento del dióxido de carbono en el aire a causa de y la deforestación de bosques es también de suma importancia, ya que promedio de la fotosíntesis un árbol absorbe cantidades sorprendentes de este gas, si los árboles son reemplazados por siembras, la absorción del carbono puede reducirse por do razones: la primera, porque la tierra cultivable se siembra periódicamente , y por lo tanto, permanece durante una época del aňo y durante la otra esta cubierta de diminutas plantas recién brotadas, que absorben solo pequeńas cantidades de CO2 y la segunda porque las plantas de cultivo aun en pleno desarrollo pocas veces llegan a ser tan altas como un árbol.

Grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) proviene de la combustión de carbón o gasolina en automóviles, buses, aviones y locomotoras, así como hornos industriales, así como de fuentes naturales que han sufrido un aumento considerable en: la actividad volcánica, la disolución de las calizas debido al ascenso del mar que invade con su agua a regiones calizas y la reducción de la masa vegetal y los microorganismos marinos que fijan el carbono para producir oxígeno y realizar la fotosíntesis; así como la descomposición de los seres vivos y su respiración, donde con el simple hecho de de respirar tres mil millones de hombres lanzan incesantemente al aire tremendas cantidades de CO2.

La influencia del metano (CH4) que es un gas invernadero muy potente, 58 veces mayor que el CO2. Su presencia en la atmósfera se debe a la descomposición de las materias orgánicas en un medio anaerobio. Sus fuentes naturales masivas son los manglares y los pantanos. También los gases de los animales de la ganadería, y las grandes extensiones de arrozales, contienen grandes cantidades de metano, aunque su contribución al aumento de metano en la atmósfera es marginal.

El metano se retira de la atmósfera porque queda atrapado y congelado en el suelo oceánico bajo grandes presiones. Este metano congelado es una fuente de energía muy potente, y puede explotarse como recurso. No obstante, el calentamiento de la atmósfera derrite el hielo, esto, junto con la subida del nivel del mar, libera grandes cantidades de metano a la atmósfera que luego la afectara de forma gradual.

Los clorofluorocarburos (CFC) no son productos naturales, sino fruto de la química industrial. Son gases inertes que no reaccionan con los tejidos animales ni vegetales, por eso se han empleado masivamente en la producción de frío artificial, la propulsión de aerosoles y las espumas plásticas de la construcción. Desgraciadamente, al no ser naturales, su degradación es muy difícil, por lo que su presencia en la atmósfera se prolonga durante muchos años. Se degradan combinándose con el ozono, en la estratosfera, en condiciones de frío y luminosidad. Desgraciadamente esa reacción química también implica la destrucción del ozono.

Los volcanes también son parte de los factores responsables de este suceso puesto que estos pueden expeler grandes cantidades de polvo ya lanza a menudo una nube de polvo a no menos de treinta kilómetros de altura donde suele estar en suspenso durante meses y puede ser arrastrada por todo el mundo. A veces este polvo puede ser tan denso y hasta expandido en forma tan amplia que cambia por algún tiempo todo el clima de los países sobre los que atraviesa, a los cuales priva del sol.

De todos los gases de efecto invernadero naturales el vapor de agua es el más poderoso. En realidad es del vapor de agua del que depende naturalmente el efecto invernadero. Pero el agua en la atmósfera se presenta de dos formas, que dependen de la humedad relativa, en vapor de agua, incoloro, y en forma de pequeñas gotas de agua en suspensión: nubes.

Hasta el momento la inyección de vapor de agua por parte de la actividad humana no ha sido relevante. Podría ser muy importante, sólo tienen que imaginarse qué pasaría si los coches privados en lugar de emitir CO2 emitiesen vapor de agua; las ciudades serían mucho más húmedas y durante buena parte del año la niebla sería permanente.

El efecto de las nubes tiene un doble sentido. Las nubes actúan como una «manta» impidiendo que el calor acumulado en la superficie se escape (por eso las noches de invierno nubladas son mucho más cálidas que las que están despejadas), pero también reducen el brillo del sol, impidiendo que se caliente la superficie y enfriando la atmósfera baja. En esta situación se establece una inversión térmica en altura. La parte alta de las nubes son potentes reflectantes de la radiación solar.

En las nubes bajas, muy densas, la capacidad de reflejar radiación es mayor que su efecto invernadero, por lo que, a la larga, la atmósfera se enfría. Un aumento masivo de nubes en la atmósfera baja puede ser una de las causas de las grandes glaciaciones. Por el contrario, las nubes altas, cirros e iridiscentes, son poco densas y permiten que la radiación solar alcance la superficie de la Tierra. Sin embargo también tiene un notable poder invernadero, aunque más débil que el de las nubes bajas. El balance de las nubes altas es positivo, porque su efecto invernadero es mayor que su poder reflectante, contribuyendo a calentar la atmósfera. Esta puede ser una de las causas de los interglaciares.

El aumento de la población relación a los recursos naturales presenta un rol importante en el desenvolvimiento de este acontecimiento puesto que las actividades industriales y de plantas productoras de papel, cemento, refrigeración, la utilización de abonos nitrogenados para la agricultura con el fin de abastecer y cubrir las necesidades tanto económicas como de alimentación donde intervienen el uso diario e intensivo de los principales agentes destructores de la capa de ozono y de con ello enormes cambios en el clima.

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